El mundo está cambiando. Tras la explosión de la crisis mundial en 2008 que ha arrastrado a países y gobiernos, se ha creado un halo de incredulidad en los mercados, en la política, en el sistema capitalista, etc.

A causa de eso, muchas empresas han cerrado y otras muchas que están logrando mantenerse a flote han entrado en una decadencia donde la inversión en marketing y en comunicación ha pasado ha convertirse en una leyenda del pasado.

 

¿Eso significa que es el fin del marketing y la ruina de todos los que nos dedicamos a ello?

 

No. Simplemente es la hora de reinvertarnos. Y con eso no me refiero a redefinir las bases del marketing que siguen prácticamente intactas desde que se crearon. Sino el aplicar el marketing a la responsabilidad de las empresas con el entorno y con los ciudadanos.

 

En medio de una crisis social como la que estamos viviendo, las marcas y empresas que crecerán y perdurarán serán aquellas que sean capaces de comprometerse con su entorno.

 

 

Empieza la era del eco-marketing y de la responsabilidad social empresarial como valor de empresa.

 

 

Los clientes, el público objetivo y el consumidor en general, quiere a marcas comprometidas, solidarias, que se preocupen por ayudar a las personas y cuidar el entorno.

¿Eso implica que las marcas tienen que dejar de vender productos y convertirse en ONG’s? obviamente no. Las empresas, tienen que seguir vendiendo sus productos y servicios, pero también tienen que cuidar a su público interno (a sus trabajadores), a su público externo (a sus clientes), a la comunidad (a la población en general de los lugares donde operan) y al entorno (al medio ambiente)

 

Parece complicado, pero no lo es tanto. Hay mil opciones, como por ejemplo:

 

  • Mejorar la calidad de vida de los trabajadores ayudándoles a conciliar la vida familiar con la laboral; un trabajador satisfecho es el mejor comercial que puede tener una empresa.
  • Crear productos específicos que se ajusten a las necesidades de los clientes e involucrarlos en las acciones de responsabilidad de la empresa: un cliente involucrado emocionalmente es un cliente fiel.
  • Realizar actividades que aporten valor a la comunidad: ayudar a la comunidad además del bien social que comporta aporta valor a la marca, visibilidad, posicionamiento, branding…
  • Realizar productos ecológicos con materiales reciclados, etc.:
  • Invertir en innovación para cuidar al entorno, además del bien ecológico que aporta, genera publicity, cobertura en medios de comunicación, visibilidad, valor, etc.

Por desgracia, y pese a que es más sencillo de lo que parece, no todas las empresas optarán por el marketing del futuro en sus valores de empresa, pero aquellas que lo hagan, estarán dando un paso de gigante hacia el éxito empresarial y el reconocimiento social.

 

¡El marketing 3.0, es más verde y solidario que nunca!

¿Y tu?
¿Crees que el eco-marketing y la responsabilidad social empresarial son el marketing del futuro?
¿Tienes alguna propuesta de eco-marketing o de responsabilidad social empresarial?
¿Conoces alguna empresa que ya practique el marketing del futuro?

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