Hoy en día, en las empresas, en la sociedad y en la vida en general está mal visto equivocarse. Por más que exista el refrán que dice “equivocarse es de sabios”, a la hora de la verdad nos encontramos con que los errores se asocian a las cosas mal hechas, la falta de profesionalidad y en definitiva, al fracaso.

Por ejemplo, en una empresa, un error te puede costar perder un cliente o incluso el puesto de trabajo.
En la vida, un error te puede costar una amistad, una relación, una discusión…

Sin embargo, todos los que venimos del mundo creativo, o que nos hemos dedicado a estudiarlo y practicarlo, sabemos que el pensamiento lateral se basa en la idea “ilógica” de que la suma de errores nos puede llevar al resultado correcto.

 

A grandes errores, grandes inventos

 

Y como prueba de esto, encontramos que muchos de los grandes inventos que usamos en el día a día, surgieron de grandes errores o equivocaciones:

 

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COCA-COLA:

 

El farmacéutico John Pemberton en 1886 trabajaba en un medicamento para atacar el dolor de cabeza y disminuir las nauseas cuando por error mezcló varios ingredientes (que hasta la fecha son secretos), y dio origen a esta bebida, la cual únicamente se comercializó en farmacias por ocho años para después venderse como refresco y convertirse en la bebida gaseosa y la marca más conocida del mundo.

 

 

 

POST-IT:

 

En 1970, el químico Spencer Silver estaba trabajando en el desarrollo de un pegamento muy fuerte, en los laboratorios de investigación de 3M. Pero no consiguió sino un adhesivo que no pegaba mucho. Al separar dos trozos de papel pegados, se dió cuenta que el pegamento se quedaba tanto en un papel como en el otro; le pareció un invento bastante inútil. Cuatro años más tarde, uno de sus colegas que cantaba en el coro de la iglesia tuvo una idea brillante. Siempre utilizaba puntos de libro para señalar las páginas en el cantoral, pero todo el rato se le caían. Entonces, se le ocurrió ponerles una capa de la pega de Spencer. Habían nacido las notas post-it. Actualmente, es uno de los materiales para oficina más vendidos.

 

 

 

MICRONDAS:

 

Un ingeniero llamado Percy Spencer estaba trabajando con un dispositivo de magnetrón que suelen ser usados para los radares militares. En un momento se dio cuenta que las golosinas que llevaba en el pantalón se estaban cocinando por la radiación. Así fue cómo en 1945 inventó el microondas.

 

 

 

VIAGRA:

 

Los hombres que reciben tratamiento contra la disfunción eréctil deberían saludar a los trabajadores de Merthyr Tydfil, la villa galesa donde en 1992, durante unas pruebas efectuadas con una nueva droga contra la angina de pecho. La drogra inventada apenas mejoraba la angina de pecho, pero en cambio era capaz de inducir y mantener las erecciones de pene.

 

 

 

CELOFÁN:

 

La idea del celofán, el envoltorio de papel transparente más conocido, apareció en la mente de un ingeniero textil suizo, Jacques Brandenberger cuando estaba sentado a la mesa en un restaurante. Al ver que a un comensal se le había derramado el vino y había manchado todo el mantel, volvió a su laboratorio convencido de que descubriría algún modo de cubrir la tela con una capa transparente  que la volviera impermeable. Hizo muchos experimentos con distintos materiales y una de las veces, aplicó a la tela un líquido viscoso. El experimento falló porque la tela quedó toda tiesa y quebradiza. Sin embargo, Brandenberger se dió cuenta de que la capa se podía separar y quedar como una hoja transparente que podía tener otras aplicaciones. Hacia 1908, desarrolló una máquina que producía unas láminas transparentes viscosas a las que llamó celofán.

 

 

 

VELCRO:

 

El cierre de velcro lo inventó en 1941 el ingeniero suizo George de Mestral. La idea le vino cuando paseaba por los Alpes al fijarse en cómo se pegaban las espiguillas de la setaria en su ropa y en el pelo de su perro. Examinó las setarias con el microscopio y decidió diseñar un cierre singular copiando los ganchos microscópicos de las espiguillas. Aunque de Mestral al principio no tuvo demasiado apoyo y hasta se rieron de él, se mantuvo en sus trece. Sirviéndose del método de la prueba y el error, comprobó que el nylon, cosido con rayos infrarrojos, formaba unos ganchitos resistentes que se pegaban muy fácilmente a una tela de nylon más suave y aterciopelada

 

 

 

TEFLÓN:

 

El teflón, muy utilizado en sartenes, ollas y freidoras, fue descubierto por Roy Plunkett cuando el científico trabaja en una investigación de gases refrigerantes en 1938. Durante los experimentos encontró que los cilindros usados en la investigación, supuestamente vacíos, pesaban más. Al abrir uno de ellos, encontraron un polvo blanco el cual podía ceder a los disolventes y era antiadherente.

 

 

 

MARCAPASOS:

 

El ingeniero norteamericano Wilson Greatbatch descubrió por accidente este aparato médico cuando trabajaba en un mecanismo que permitiera grabar los sonidos del corazón. El error se originó cuando Greatbatch utilizó una resistencia eléctrica diferente en su invento, consiguiendo que éste pulsara cada 1.8 milisegundos. Así creó el marcapasos cardíaco implantable.

 

 

 

 

…Y así, podemos encontrar una infinidad de ejemplos  donde grandes errores o equivocaciones se han convertido en grandes inventos

¿Aun sigues pensando que es malo equivocarse?

A grandes errores, grandes inventos

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