El principal aspecto que controlan las grandes, medianas y pequeñas empresas cuando tienen una página web, son la cantidad de visitas que reciben por semana o por mes.

Sin embargo, es más importante fijarse en la evolución del número de visitas y el tiempo que están visitando nuestra web que en la cantidad de visitas que recibimos en un mes.

Por eso debemos plantearnos:

– ¿Cuántas visitas tenemos desde que abrimos la web?
– ¿Hemos aumentado el número de visitas? ¿En qué porcentaje?
– ¿Cuánto tiempo pasan los visitantes en nuestra web?
– ¿Cuántas páginas visitan los usuarios?

Si nuestra web está bien hecha en todos los sentidos, lo normal es tener una evolución ascendente, es decir, que cada mes tengamos un X% más de visitas que el anterior.

Sin embargo, en numerables ocasiones nos encontramos con una línea recta o descendente, tanto en la evolución de las visitas, como en el tiempo que pasan en nuestra web o como en la cantidad de pestañas de nuestra web que visitan.

Aspectos que pueden hacerte perder visitas en tu web

Y estancarse o decrecer supone un gran problema, ya que no solo nos afecta a nuestro branding, a nuestra reputación y a nuestro posicionamiento en la mente del consumidor, sino que además afecta negativamente a nuestras ventas y a nuestros beneficios.

Por eso, si nos estancamos, si disminuimos la evolución de cantidad y calidad de visitantes en nuestra web, o si pese a que vamos ampliando la cantidad y calidad de nuestras visitas no lo hacemos al ritmo que deberíamos, tenemos que plantearnos qué error estamos cometiendo y como revertir la tendencia.

12 motivos por los que los navegantes dejan de visitar una página web:

Tu web es fea:

Pese a que muchas empresas no son conscientes de ello, tener una buena imagen y un buen diseño web son dos elementos clave para atraer y captar visitantes y convertirlos en clientes. Si nuestra web es fea, también lo será nuestra empresa. Y del mismo modo que si entras a un restaurante y ves las mesas y las sillas feas y sucias, puestas de cualquier manera, la cocina grasienta, la camarera es desaliñada… no volverás.

Pues pasa exactamente lo mismo con una web. Si una web es fea y no te entra por la vista, no volverás y encima tendrás una imagen mental pésima de esa web y de esa empresa. Por eso es necesario dejar el diseño web en manos de profesionales que sean capaces de exaltar visualmente las virtudes de tu web. Tener un diseño claro, sencillo y acorde a los valores de tu empresa te ayudará a conseguir nuevos visitantes para tu web.

Tu web es difícil de leer:

Esto va estrictamente ligado al diseño web. Lo cierto es que si tenemos una página web poco visual, cargada de bloques de texto o con tipografías extrañas y prácticamente ilegibles, o si ponemos fondos oscuros que dificultan las legibilidad y la comprensión.

O si, simplemente no utilizamos fotografías e ilustraciones que ayuden a facilitar la comprensión de nuestra web conseguiremos espantar a nuestros visitantes en pocos segundos. Y como norma general, si hemos entrado a una web y no nos ha gustado, no volvemos a entrar más y tampoco la recomendamos.

Tu web es difícil de navegar:

La navegabilidad de una web es un concepto muy importante. Sin embargo, son muchas las páginas web que son in-navegables: Tener las pestañas, el menú y el contenido desordenado y puesto aleatoriamente, o llegar a páginas en las que no puedes tirar ni hacia delante ni hacia detrás, o sobre-saturar las pestañas con exceso de información, etc. hace que los visitantes se vuelvan locos para encontrar aquello que les puede interesar. No hay nada más frustrante que entrar en una web y perderse en ella sin encontrar lo que buscábamos. Tanto así, que probablemente no volvamos a entrar más porque lo consideraremos una pérdida de tiempo. Para evitarlo, debemos asegurarnos que nuestra web está siempre pensada desde el punto de vista del visitante y del cliente, potenciando al máximo los links internos y manteniendo una estructura clara, lógica e intuitiva que sea útil y fácil de usar para el usuario.

No promocionas adecuadamente tu web:

En internet, donde hay miles de millones de páginas web, es complicado dar a conocer una nueva web. ¿Y para qué nos sirve tener una web y unos productos maravillosos si no lo sabe nadie?

No es suficiente tener una buena web, también hace falta promocionarla: ya sea a través de publicidad SEM o banners, de una estrategia de social media, de presencia en todos los materiales de identidad corporativa (tarjetas de empresa, rotulación de vehículos, etc.) Las posibilidades son infinitas. Por eso, y sobretodo si tenemos una e-commerce, es muy recomendable hacer un plan de comunicación que nos ayude a darla a conocer a nuestro público potencial

Tu web posiciona mal en los buscadores:

Ayer leí una frase que ilustra a la perfección la realidad: «el mejor lugar para esconder un cadáver es la segunda página de resultados de Google». Yo no me atrevería a decir la segunda página, pero creo que más allá de la tercera son pocos los que se aventuran a buscar.

Por eso, y pese a que algunos «gurús» se empeñen en decir que el SEO ha muerto ¡no es cierto! El SEO es la mejor manera de atraer nuevas visitas a la web. Tener una página web hecha por profesionales donde se haya trabajado correctamente el SEO marca la diferencia entre ganar visitas y darse a conocer a un público potencialmente interesado en nuestros productos o servicios o pasar totalmente inadvertidos para los buscadores y para nuestro público potencial.

El contenido de tu web está desactualizado:

Tener una web y no actualizarla en años es como tener un escaparate grandioso en la calle principal de mi ciudad y no modificarlo en años. Los visitantes entrarán una vez. Pero si la próxima vez que entren encuentran exactamente lo mismo, no volverán a visitarnos más.

Además, tener una web desactualizada da la imagen de que la empresa es arcaica y obsoleta. Por eso, es preciso realizar actualizaciones periódicas de nuestra web que nos ayuden a captar el interés de los usuarios para que nos visiten frecuentemente y nos tengan como página de referencia.

El contenido de tu web es irrelevante:

Muchas empresas no caen en la tentación de mirar en exceso su ombligo y hablar desde su punto de vista. Pero no olvidemos que si queremos que nuestra web sea interesante debemos generar contenido que realmente interese a nuestros usuarios. Si entro en una web preciosa, muy fácil de usar pero lo que dice no me aporta absolutamente nada, no volveré a entrar.

Por eso es muy importante conocer quién visita nuestra web y porqué. Del mismo modo que debemos conocer el dedillo a nuestros clientes para adelantarnos a sus necesidades y fidelizarlos. En este caso, tener una buena estrategia de marketing de contenidos será clave para generar «engagement» con nuestros visitantes.

El lenguaje de tu web no es el adecuado:

Parte de conocer a nuestros clientes y a nuestros usuarios pasa por saber cómo hablan ¿Les gusta que les hablen de usted? ¿o comúnmente utilizan jerga? Utilizar el lenguaje inadecuado puede hacer que los usuarios no se sientan identificados con nuestra web y que, por lo tanto, no nos vuelvan a visitar más.

Tu web no se adapta a todos los dispositivos:

Aun encontramos muchísimas páginas hechas en Flash con animaciones «espaciales» y un montón de efectos. Pero además de que tales efectos ya no están de moda, las páginas en Flash penalizan el posicionamiento web y son ilegibles para un montón de dispositivos. Por ejemplo, si tu web está hecha en Flash pero tu público objetivo tiene Iphone o Ipad no pueden ver tu web porque sus dispositivos no lo permiten.

Si además tenemos en cuenta que hoy en día casi todos utilizamos Smartphones y Tablets para navegar, tener una pagina web que no este pensada para adaptarse a todos los dispositivos puede hacernos perder muchísimo dinero. Por eso, cuando contratemos a un profesional para hacer nuestra web, debemos asegurarnos que la realiza en lenguajes de programación que son compatibles con todos los dispositivos.

Tu web es muy pesada:

La imagen es muy importante. Por eso se recomienda poner vídeos y fotos en las webs, así como algunos efectos para que la hagan más dinámica y atractiva. Sin embargo, cargarla de audiovisuales, de fotografías, etc. puede hacerla tremendamente pesada.

Y el problema de una web pesada es que tardará más de 3 segundos en cargarse. Y, seamos sinceros, ¿quién espera más de 3 segundos para que se cargue una página? Casi nadie. Por lo tanto, tener una web pesada puede hacernos perder un sinfín de visitas.

Tu web no es social:

Que recomienden nuestra web es una de las mejores cosas que nos pueden pasar. Por eso debemos ofrecerle a los usuarios todos los medios posibles para que recomendarnos y hablar de nosotros sea lo más fácil del mundo.

Y si no lo hacemos estaremos perdiendo una oportunidad de oro de captar nuevos visitantes y clientes potenciales. Por lo que debemos incluir a nuestra web en nuestra estrategia de social media. Y eso implica linkear nuestra web con las redes sociales en las que se mueva nuestro público potencial. Socializar a nuestra web implica atraer nuevas visitas hacia ella.

Tu web abusa de la publicidad:

No hay nada más irritante que entrar a una web y ser asaltada por todo tipo de banners. Eso no implica que poner publicidad en nuestra web sea malo, sino todo lo contrario, porque puede ayudarnos a rentabilizar nuestra web. Pero debemos dosificar la cantidad de publicidad que ponemos, cerciorar la calidad de la publicidad y elegir el formato de banner y la posición más adecuada para que no sea intrusivo y le aporte calidad a nuestra web.

Si evitamos cometer estos errores conseguiremos tener una evolución ascendente,

tanto en la calidad como en la cantidad de nuestras visitas.

Hay muchas herramientas que nos puedes ayudar a controlar la evolución de visitas en nuestra web y el tiempo que los visitantes pasan en ella, como por ejemplo Google Analytics. Sin embargo, para sacarle mayor provecho, necesitaremos no solo monitorizar nuestra web, sino analizar nuestra web para poder detectar posibles errores que estamos cometiendo y que nos hacen perder visitas, visitantes y clientes.